A la llegada de las Navidades, estas fechas santas llenas de Paz, Justicia y Amor, según el mensaje que trajo nuestro Señor hace más de dos mil años, desde la Tierra Santa, la Tierra Palestina, la continuación del genocidio contra la población civil palestina, después de 440 días, ha causado en Gaza 45.097 víctimas, 107.244 heridos, 6.250 prisioneros y dos millones de desplazados; en Cisjordania 807 víctimas, 11.900 heridos y 6.250 prisioneros y en el Líbano, 4.047 víctimas, 16.638 heridos y 1,2 millones de desplazados, violando todas las normas del derecho internacional y cruzando todas las líneas rojas. Destaca la necesidad ineludible de poner fin a la impunidad de Israel.
Amnistía Internacional, en un informe anunciado desde Londres el pasado jueves 5 de diciembre de 2024, acusó a Israel de cometer genocidio en la Franja de Gaza. Según la evaluación de Amnistía Internacional, genocidio son “los actos cometidos con la intención de destruir, en su totalidad o en parte, un grupo nacional, étnico o racial-religioso”.
Al presentar dicho informe, la Secretaria General de Amnistía Internacional Agnès Callamard, afirmó que sus motivos no eran “motivos políticos” sino el resultado de un trabajo profesional continuo a través del que AI constató que el ejército de Israel cometió tres de los cinco actos prohibidos por la Convención sobre Prevención del Delito de Genocidio dictada en 1948: Homicidio, causar daños físicos o psíquicos graves e imponer condiciones de vida deliberadamente encaminadas a la destrucción física de un grupo humano protegido. Añadiendo que Israel ha tratado a la población palestina de Gaza como un grupo infrahumano que no merece derechos humanos ni dignidad, demostrando así su intención de causar su destrucción física.
El exministro de defensa israelí y jefe del Estado Mayor, Moshe Yaalon, afirmó al periódico “The Washington Post” que Israel había cometido crímenes de guerra durante la guerra de Gaza, destacando que el ejército ya no es ético. Estos términos fueron confirmados por el periódico israelí Haaretz, basándose en numerosas pruebas de una entrevista que realizó.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en una publicación en la plataforma X en medio de la continuidad de la guerra israelí de aniquilación en la Franja durante más de 14 meses, manifestó: “Esta pesadilla debe terminar, no podemos seguir haciendo la vista gorda ante lo que está sucediendo en la Franja de Gaza”. Y añadió: “la catástrofe en Gaza no es más que un colapso total de nuestra humanidad”.
Como es habitual, Israel rechazó las posturas y decisiones tomadas por Amnistía Internacional y anunció que no está de acuerdo con la conclusión de estar cometiendo genocidio contra los palestinos en Gaza. Una vez más Israel responde atacando a todas las organizaciones internacionales que han declarado en su contra, como a la Corte Penal Internacional, a la Corte Internacional de Justicia, a las Naciones Unidas, a su Secretario General y a sus órganos y agencias, especialmente la UNRWA, considerada la columna vertebral de la respuesta humanitaria a la catastrófica situación en Gaza y salvavidas para los refugiados de Palestina que también se refirió a los ataques de Israel a las fuerzas de mantenimiento de la paz. Las Naciones Unidas han destacado que Israel viola todas las órdenes provisionales emitidas por dichas organizaciones.
El pasado martes, 17 de diciembre, la Asamblea General votó, con una abrumadora mayoría, de 172 votos a favor, una resolución que afirma el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, como un derecho básico e inalienable y un pilar de la Carta de las Naciones Unidas. La resolución también incluyó en su texto la opinión consultiva emitida por la Corte Internacional de Justicia sobre la necesidad de poner fin a la ocupación ilegal de la tierra del Estado de Palestina.
La Asamblea puso énfasis en que la realización por parte del pueblo palestino de sus derechos inalienables, incluida la autodeterminación, el retorno de los refugiados y el logro de la independencia de un Estado palestino soberano en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como su capital, es la única manera de transformar la región y de alcanzar una paz en el Oriente Medio que pueda contribuir a transformar nuestro mundo.
Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.