Actualizado jueves 20/12/2007 09:29 (
CET)
AMANDA FIGUERAS | Vídeo: DAVID DOMÍNGUEZ
MADRID.- Es un día especial para Abdelaziz. Se celebra la fiesta islámica del sacrificio, aunque vivirlo en España no es lo mismo ni es fácil, como ha comprobado elmundo.es. Poco después de que el líder libio Muamar Gadafi, junto a su comitiva, sacrificara un cordero en la calle, a las puertas del hotel-hacienda 'La Boticaria' de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), miles de musulmanes se esconden para tratar de hacer lo mismo.
Con esta tradición se simboliza la devoción y gratitud a dios recordando que Abraham accedió a matar a su propio hijo como muestra de su amor por él, que puso finalmente en su lugar a un cordero. Quienes pueden permitírselo sacrifican su propio animal con un rito especial.
Debe hacerlo un matarife autorizado por un imam, que con una pequeña oración lo tumba sobre su lado izquierdo mirando en dirección a La Meca (Arabia Saudí) y le corta la garganta. Tras limpiarlo y retirar las vísceras, se cede el relevo a las mujeres, encargadas de cocinarlo una vez que ha perdido toda su sangre.
Un número de familias imposible de determinar —aunque a juzgar por los comentarios, muy elevado— opta por comprar el cordero (se pagan unos 160 euros de media) y sacrificarlo en el campo sin medios sanitarios suficientes. Este es el caso de Mohamed, que regenta una pastelería en Fuenlabrada: "Nos vamos al campo, mi tío tiene una finca y matamos el cordero allí. Creo que no es legal, pero no tenemos otra manera de hacerlo".
Otros, como Abdelaziz, acuden a los mataderos que cobran por el servicio de maquila e incumplen la normativa al dejar salir al animal de sus instalaciones antes de bajarle la temperatura. La ley regula que la carne esté por debajo de siete grados centígrados para impedir una eventual contaminación bacteriológica. Este proceso de enfriamiento en las cámaras de oreo suele durar 48 horas, mucho más de lo que los musulmanes pueden esperar para su 'Eid' (fiesta).
"Pagamos al matadero seis euros por cada pieza, así lo hace mucha gente alrededor de Madrid", explicaba este marroquí camino del desolladero, después de haber rezado por la mañana con sus paisanos en un local improvisado como mezquita.
Según explicó a elmundo.es el secretario general de la Asociación Profesional de Salas de Despiece y Empresas Cárnicas (Aprosa), Manuel González, tras una reunión con las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid, se acordó permitir el sacrificio musulmán en los mataderos, que se hace sin que el animal sea antes aturdido, pero no hubo flexibilidad para que los animales pudieran salir de allí en poco tiempo.
"Hicieron un gesto que no ha servido de nada porque siguiendo las leyes no podemos darle a la población musulmana, que es muy grande en España, lo que nos pide", aseguraba González.
"El sector lleva años exigiendo que haya una regulación que permita conjugar las características de esta importante costumbre musulmana con la seguridad alimentaria. Mientras esto no se solucione, no hay duda de que se seguirá haciendo el sacrificio de manera clandestina", añadió. En 2006 hubo al menos un matadero sancionado en Madrid con una multa de 6.000 euros, añadió.
En un intento por recoger en imágenes cómo se hace el sacrificio, elmundo.es acompañó a un grupo de musulmanes hasta un matadero en Valmojado, Toledo. Hacia las doce de la mañana, una veintena de hombres esperaba a las puertas de la empresa para llevarse sus animales, pero la presencia de la cámara violentó a los empresarios.
Quienes todavía mantienen la ilusión por la fiesta pese a los sinsabores de tener una religión diferente —sus días festivos no son los de la mayoría, sus costumbres son poco conocidas y muchas veces no tiene dónde practicar sus oraciones— agradecían el interés de elmundo.es. "Se habla sacrificio en la Biblia, nuestra fiesta es algo muy familiar, para compartir y ayudar los necesitados, está bien que la gente nos conozca", decía un joven en Navalcarnero.