La afamada revista mensual de cultura y literatura Letras Libres, que se publica en España y México, sacó en marzo un extenso artículo titulado El territorio indómito: mapa de la literatura latinoamericana del siglo XXI, que propone una cartografía de las letras de Hispanoamérica basado en 100 títulos de narrativa escritos en diferentes latitudes que oscilan entre el Río Bravo y Tierra del Fuego.
El autor es el escritor, crítico, académico y experto en literatura en español Federico Guzmán Rubio, de nacionalidad mexicana, que comenta sobre su titánico afán: “Pretender cartografiar la literatura latinoamericana de lo que llevamos de siglo es absurdo. Sin embargo, hacerlo es una reivindicación de la calidad y diversidad de un presente literario que vale la pena leer”.
En el mapa trazado se hallan 100 libros impresos en 15 países distintos escritos, a su vez, por 100 autores diferentes desde 2000 hasta la fecha; en el mismo existe una mezcla de autores más nóveles y atrevidos con otros nombres ya consagrados como ser Roberto Bolaño, Ricardo Piglia, Fernando Vallejo, Mario Levrero o Mario Vargas Llosa.
Según Guzmán Rubio: “En el último cuarto de siglo, la literatura boliviana, tradicionalmente aislada de los grandes movimientos del continente, se ha incorporado a la literatura latinoamericana e incluso ha marcado tendencia en la popularización de géneros tan en boga como las distopías o la ciencia ficción”. Acompañando esta descripción se sitúan cinco títulos de autores bolivianos en la cartografía propuesta: El lugar en el cuerpo de Rodrigo Hasbún, Norte de Edmundo Paz Soldán, De kenchas, perdularios y otros malvivientes de los hermanos (Álvaro y Diego) Loayza, Ustedes brillan en lo oscuro de Liliana Colanzi y Tierra fresca de su tumba de Giovanna Rivero. De los libros mencionados, tres han sido publicados en Bolivia por Editorial El Cuervo y otros dos por Editorial Nuevo Milenio. La temporalidad de los mismos oscila entre 2009 y 2022, y el origen de los autores barre el eje central del país con dos autoras cruceñas (Colanzi y Rivero), dos cochabambinos (Hasbún y Paz Soldán) y dos paceños (los Loayza, que escriben a cuatro manos).
Sobre las obras nacionales elegidas para este mapa, Guzmán Rubio señala lo siguiente:
El lugar del cuerpo (2009), de Rodrigo Hasbún. En uno de los ejemplos más acabados del minimalismo latinoamericano, se narra una desgarradora historia de abuso dentro de la familia.
Norte (2011), de Edmundo Paz Soldán. De la locura a la búsqueda de las raíces, del desarraigo al reencuentro consigo mismo, tres miradas sobre la migración latinoamericana en Estados Unidos.
De kenchas, perdularios y otros malvivientes (2013), de los hermanos Loayza. Tratado lingüístico del español boliviano, escrito con el regocijo de quien paladea la propia lengua, esta novela fraterna cuenta la llegada de un campesino a la gran ciudad.
Ustedes brillan en lo oscuro (2022), de Liliana Colanzi. La imaginación apocalíptica de Colanzi encuentra en estos cuentos, de una eficacia meditada, su forma perfecta.
Tierra fresca de su tumba (2021), de Giovanna Rivero. Sin ningún eje común más que la capacidad de narrar, estos cuentos reivindican la libertad del género de apuntar hacia todas partes, siempre y cuando el hechizo de una buena historia esté presente.
Es importante ver cómo durante el desarrollo del siglo XXI la literatura boliviana ha adquirido una voz distintiva, así como presencia y reconocimiento internacional, esto a partir de una nueva generación de narradores. Que así lo señale Letras Libres a través de su mapa de la literatura latinoamericana del presente siglo es una evidente muestra de ello.
Federico Guzmán Rubio es escritor y crítico experto en literatura en español.