Ocho de los 14 candidatos a las primarias opositoras venezolanas participaron, la última semana, de un debate calificado por ellos como “histórico”, en el cual demostraron que siguen transitando por un rumbo sin norte.
Una diezmada oposición venezolana se prepara para participar de las primarias de la Plataforma Unifica, fijada para el 22 de octubre próximo, carece de un programa político que vaya a convencer, enfrentar y arrebatar el poder al chavismo.
Tres de los precandidatos opositores, María Corina Machado, Henrique Capriles y Freddy Superlano, que están “inhabilitados” por el Consejo Nacional Electoral (CNE), continúan con su obsoleto libreto de hacerse con el poder sin presentar propuestas creíbles para el electorado.
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Durante el debate, que fue transmitido por redes sociales e internet, los opositores mostraron una vez más que mantienen un discurso de odio visceral y venganza contra los chavistas.
Desde el primer instante del debate todas las miradas estaban puestas sobre la conservadora Machado, la gran favorita para las primarias de octubre, que se mantiene en liza tras sufrir la inhabilitación ilegal por 15 años.
Machado indicó que Venezuela ha despertado, que quiere un cambio profundo y que llegó la hora de derrotar a Nicolás Maduro para traer a los inmigrantes de vuelta a su país. “Vamos a derrotar al socialismo para siempre”, sostuvo.
Según la encuesta de Poder y Estrategia de principios de julio, Machado es la precandidata con más posibilidades de vencer en la interna opositora, pero tiene apenas el 9,4% de los votos, mientras el 28% votaría por “ninguno” y el 22% “no sabe”. Solo un 4,1% apoyaría a Capriles.
Machado lidera el partido Vente Venezuela y desde hace más de 20 años ejerce una furibunda oposición antichavista, con posturas de ultraderecha: admiradora y amiga de los ultraderechistas argentinos Patricia Bullrich y Javier Milei, tuvo estrechas relaciones políticas con los expresidentes de Colombia Álvaro Uribe y su sucesor Iván Duque.
Anticomunista fanática, fue parte del golpe de Estado de 2002 contra Hugo Chávez, y admiradora de la ultraderecha española: “Tenemos grandes aliados en España que han sido aliados de la democracia y la libertad. Tengo grandes amigos en el PP y VOX. Creo que España fortalecerá la institucionalidad, la democracia y la integridad como nación”, indicó recientemente.
En tanto, el precandidato opositor más conocido entre los 14 es Henrique Capriles, del partido Primero Justicia, derrotado por Hugo Chávez poco antes de morir en 2012 y por Maduro en 2013, cuando denunció fraude sin pruebas y llamó a una rebelión que terminó con varios partidarios del chavismo asesinados; participó del encuentro virtualmente, sin mostrar novedades ni propuestas políticas.
En 2017, Capriles fue inhabilitado por la Contraloría General hasta 2032, acusado de aceptar donaciones, contratar sin licitar cuando fue alcalde del municipio metropolitano de Baruta y no presentar el proyecto de ley de presupuesto en 2013, cuando era gobernador del estado Miranda. De ganar la interna, a menos que medie alguna negociación política, no podría presentarse a la elección presidencial.
Al debate también asistió Freddy Superlano, abanderado de Voluntad Popular y sustituto de Juan Guaidó, advirtió que “mientras estamos aquí reunidos los laboratorios de la dictadura están tratando de atentar contra la primaria”.
Por su parte, el democristiano César Pérez Vivas dijo que las primarias se presentan como la gran oportunidad para unirse en un solo movimiento, para “salir de la dictadura a la democracia”, resumiendo la primera intervención de todos ellos, incluidos la centrista Delsa Solórzano, el socialdemócrata Carlos Prosperi y el independiente Andrés Caleca.
El jueves último, Guaidó, quien llegó a ser reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 gobiernos y ahora disfruta de su autoexilio dorado en Miami, hizo un llamado al “mundo libre” para imponer más sanciones contra el gobierno de Maduro.
Guaidó aseguró que volverá a Venezuela cuando las elecciones presidenciales sean libres y democráticas.
Como van las cosas, con una oposición sin recambio de figuras que insiste con personajes desacreditados entre sus desesperanzados votantes y sin programas políticos consistentes, el chavismo mantiene sus votantes que, aunque ha mermado en los últimos tiempos, sigue siendo el más importante, con la seguridad de alzarse nuevamente en las presidenciales de 2024.
(*) Alfredo Jiménez Pereyra es periodista y analista internacional